Desde el gobierno de Felipe Calderón se agravó la depredación de los recursos naturales, existe una devastación del territorio nacional, pero también se ha dado una lucha importante de los pueblos
en defensa de sus tierras, afirma el abogado Francisco López Bárcenas, autor del libro El régimen de la propiedad agraria en México: primeros auxilios jurídicos podrá la defensa de la tierra y los recursos naturales.
Esta depredación significa que en México 30 por ciento del país está en manos de las mineras; el agua y los bosques están prácticamente acabados y se presenta también la explotación de los recursos genéticos es decir, la composición química de estos recursos naturales, sobre toda la industria farmacéutica y alimentaria: hace dos años entró en vigor el protocolo de Nagoya que prácticamente permite que las empresas vengan a ver qué plantas tenemos, de qué se alimentan los mexicanos, con qué se curan, y patentarlas
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Existe sí una devastación del territorio nacional, pero también hay una lucha importante de los pueblos; hay muchas resistencias, algunas más integrales que otras, en todas ellas el componente jurídico es importante. Lo que vemos en las resistencias es que los pueblos se organizan, se movilizan, hacen cabildeos, buscan alianzas, pero dentro de todas ellas está el derecho, y el derecho en México por un lado el agrario se ha especializado mucho. En este libro hablo de los tipos de propiedad, como la privada, comunal, ejidal, pero hay uno que no está en la Constitución: la indígena
, explica López Bárcenas.
Los juristas en México suponen que no hay propiedad indígena, porque no está en la Constitución ni en la ley agraria. Sin embargo, está en el convenio 169 y se han dictado sentencias reconociendo derechos de territorios indígenas en México.
Además, desde 1992 se permite la renta y venta de tierras y desde la reforma de 2003 agregaron una cosa que se llama ocupación temporal y otra que se llama servidumbre, que desde mi punto de vista son anticonstitucionales
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El problema en la explotación de recursos, muchos a manos de compañías extranjeras, se persiste porque el gobierno mexicano liberalizó mucho las leyes. Ese es el gran problema. No creo que las leyes sean obsoletas ni que el tipo de propiedad que tenemos sea obsoleto. El problema es cómo le volvemos a dar un sentido social, es decir, que si se necesita capital para el campo está bien, pero necesitamos cuidar los recursos y sobre todo encontrar herramientas para que sirva a los mexicanos
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Afortunadamente las asambleas tienen muchísimo poder todavía, por eso me parece importante que se estén informadas: una buena asamblea puede decidir el destino de las tierras.
El libro El régimen de la propiedad agraria en México fue publicado por los centros de Orientación y Asesoría a Pueblos Indígenas y el de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano, así como el Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario y Servicios para una Educación Alternativa.
- : Medios de comunicación
- : 08/07/2017
- : Juristas
- : Centros de Orientación y Asesoría a Pueblos Indígena; Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano; Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario; Servicios para una Educación Alternativa
- : Acciones de comunicación
- : http://www.jornada.unam.mx/2017/07/08/cultura/a04n1cul