El día 29 de noviembre de 2016, la empresa minera Cuzcatlán, filial de la canadiense Fortuna Silver Mines, en complicidad con la Procuraduría Agraria, la Secretaría General de Gobierno del Estado de Oaxaca, además de una Notaría Pública presionaron a las autoridades agrarias y municipales de Magdalena Ocotlán para aceptar la firma de contratos o convenios de exploración mediante la simulación de una consulta, la cual no se consumó debido a la oposición de la comunidad. Esta acción generó una fuerte confrontación, ya que la empresa minera con la finalidad de lograr la aceptación de dicha consulta, trasladó a trabajadores de la localidad al palacio municipal, lugar donde se realizaría la actividad. Por su parte el representante legal de la empresa minera, el ing. Javier Castañeda Pedraza y el Subdelegado de la Procuraduría Agraria presionaban a las autoridades locales para que la ciudadanía firmara la boleta por un “sí”. La “consulta” estuvo plagada de una serie de irregularidades, además de que fue amañada y tendenciosa por lo que generó una fuerte indignación en la comunidad. Actualmente existe un clima de enojo y hostilidad, estos hechos violentan el derecho a la paz social, a la libre determinación, a la integridad del territorio, así como el derecho al consentimiento previo libre e informado, derechos reconocidos por el gobierno mexicano.
Comunidades de la Costa Oaxaqueña realizaron una jornada de acción contra la imposición de los denominados “megaproyectos de desarrollo económico” en la zona y particularmente contra los complejos hidroeléctricos que pretende instalar sin consulta ni consentimiento la Comisión Federal de Electricidad. Con actividades como la elaboración de un mural sobre los impactos de los megaproyectos en la comunidad del Mamey, la elaboración de platos de cartón y acciones de reforestación en San Felipe Tututepec, los eventos contaron con una nutrida participación de la ciudadanía y fueron encabezados por las comunidades eclesiales de base. “Nuestra tierra clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella, creyendo que éramos propietarios y dominadores autorizados para expropiarla. La contaminación es una consecuencia dramática por una explotación desconsiderada de la naturaleza”, se leía en el mural sobre los impactos de los megaproyectos. Actualmente la Comisión Federal de Electricidad pretende instalar 11 proyectos hidroeléctricos en la Región de la Costa de Oaxaca, incluido el Proyecto de Aprovechamiento Hidráulico de Usos Múltiples Paso de la Reyna.
El domingo 20 de noviembre fue una día especial en la región del istmo, además de conmemorarse un año más de la revolución mexicana, más de cinco mil personas salieron a manifestarse pacíficamente en contra de los megaproyectos mineros, eólicos y Zonas Económicas, que amenazan esta región. Esta actividad se realizó en el marco de la “Acción Cultural en Defensa de la Madre Tierra”. Las comunidades, municipios y ejidos que participaron fueron: Zanatepec, Río Ostuta, Río Manzo, Pascual Fuentes, Huanacastal, Ixcatal, San Mateo del Mar e Ixtaltepec, entre otras comunidades. El Comité Ixtepecano se pronunció en contra de la instalación de la Zona Económica: “Para lograr sus objetivos necesitan despojarnos de nuestras tierras y garantizar la protección de las inversiones de las grandes empresas nacionales y extranjeras, afectando irreversiblemente el medio ambiente, nuestros bosques, ríos, atentando nuestros derechos colectivos y la vida de los pueblos que los habitamos.