Sin una consulta previa, libre e informada con los dueños ancestrales de las tierras y sin importar que afectará a la gran biodiversidad que caracteriza a Oaxaca, la Secretaría de Economía (SE) entregó 389 títulos de concesión minera entre enero de 2002 a junio de 2011, principalmente a compañías canadienses y estadunidenses, para la explotación de oro, plata, plomo, zinc y cobre, en una superficie de 742 mil 791.02 hectáreas, que equivale al 7.78 por ciento del territorio estatal.
Aunque a la SE no le importó que las concesiones otorgadas estén dentro de los bosques de la Sierra Norte, las selvas de los Chimalapas, en el destino de playa de Puerto Escondido e incluso, hasta en Santa María Huatulco, donde se localiza el desarrollo turístico sustentable y hasta un área natural protegida.
Estos títulos de concesión, distribuidas en las ocho regiones, pertenecen fundamentalmente a 13 empresas canadienses y dos estadounidenses, con vigencia hasta los años 2023, 2039, 2059, 2050 y 2062.
De estas, se han generado 33 proyectos mineros, pero solamente dos están en la etapa de explotación comercial. El primero, denominado El Águila de la empresa estadunidense Gold Resource Corp, localizado en San Pedro Totolapan, y el segundo, San José de la empresa canadiense Fortuna Silver Mines, ubicado en San José del Progreso.